Poco esfuerzo para un gran resultado
Mantener nuestros espacios impecables es una de esas tareas a las que debemos dedicarle tiempo y esfuerzo. Algunos elementos del hogar requieren más atención que otros, y es en esta selección donde entran los sofás. Lejos de actuar como un simple mueble decorativo, nos proporciona un lugar de descanso donde pasamos gran parte del tiempo disfrutando en familia. No es raro que después de un tiempo se ensucie o coja olores, en especial si es de tela. Para estos casos hay una solución. Aquí te dejamos algunos trucos de limpieza para sofás.
El primer paso para dejarlo impecable
Antes que nada, es importante saber que, incluso si tus sofás no se ven manchados, es necesario limpiarlos al menos cada seis meses. De esa forma, su color se mantendrá vivo y evitarás la acumulación de ácaros en las esquinas.
La manera más sencilla de iniciar la limpieza es con la aspiradora, ya sea de mano o eléctrica. Los restos de comida, pelos, migajas y demás desechos desaparecerán en cuestión de segundos, lo cual facilitará el trabajo y te permitirá avanzar más rápido con el aseo. Asegúrate de quitar los cojines y aspirar entre las propias separaciones del sofá. En caso de que no cuentes con una aspiradora, puedes usar un cepillo de cerdas finas para llegar a los rincones y sacar los restos acumulados.
El próximo paso sirve especialmente para los sofás de tela. Generalmente, estos vienen con las indicaciones de cómo deber ser tratadas las fundas. Si no es así, puedes lavarlas con agua fría y usando un jabón neutro. En el centrifugado, usa una configuración suave para no correr el riesgo de maltratar la tela. Lo ideal es dejarlas secar a la sombra, solo así evitarás que el sol las decolore.
Para los sofás que mantienen la tela confeccionada a su misma estructura, es recomendable probar los productos de limpieza a utilizar en una parte no visible. Con ello te asegurarás de no mancharlo y, sobre todo, elegir el tipo de limpieza adecuado.
Otros tips de limpieza para sofás
Los limpiadores a vapor son el mejor aliado para limpiar cualquier tapicería. Puedes preparar tu sofá rociando un poco de agua con alcohol en las zonas más sucias o manchadas. En lugar de frotar directamente, deja actuar la solución y seca con un paño antes de pasar a la limpieza profunda con vapor. Este es un método práctico y sencillo para mantener el color de tus muebles y dejarlos libres de cualquier mancha.
Si bien existen productos creados específicamente para quitar manchas, estos tienden a opacar el color original de la tela. Por lo tanto, es recomendable probar antes de usarlos sobre la tapicería. Todo dependerá del material con el que esté confeccionado y si tiene o no una guía de lavado que puedas seguir. Recuerda que la manera más fácil de conservar la calidad de tus muebles es mediante el cuidado continuo