Cuando la luz alcanza una superficie, una parte de ésta atraviesa (transmisión) los materiales existentes (bien sea una superficie acristalada o una cortina), otra parte es reflejada hacia el exterior (reflexión) y el resto de luz se absorbe en el tejido siendo irradiada a posteriori en forma de calor (absorción).
Esta intensidad de iluminación ejerce un efecto directo sobre el ser humano, su capacidad de visión, bienestar, seguridad en el trabajo y economía, creando deslumbramientos en superficies planas y pantallas, efectos térmicos inadecuados y daños en materiales y en el propio ser.
El porcentaje de transmisión lumínica depende entre otros, de los siguientes factores:
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Densidad del tejido o material
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Espesor del tejido o material
(y grado de transparencia de la hilatura) -
Color del tejido o material
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Tipo de acabado