Elige el modelo perfecto para ti

La decoración del hogar inicia con una pequeña búsqueda de diseños de los cuales extraemos los elementos más destacados para adaptarlos a nuestro propio estilo. Aunque en un principio resulta un poco intimidante enfrentar ese espacio vacío que espera ser decorado, pronto nos damos cuenta que nada es tan complicado como pensábamos. Si todavía no sabes cómo darle vida a tus espacios, aquí te dejamos algunos estilos de sofás que podrían hacer la diferencia para mejorar la imagen del hogar. 

¿Cuántos existen?

Sofá de una plaza o sillón

Es un tipo de sofá bien conocido por su comodidad y facilidad de traslado. Las medidas del sofá de una plaza varían de acuerdo al espacio donde se ubicará y el uso que se le dará. Una de sus ventajas es que no están destinados a situarse en un ambiente específico, sino que pueden ubicarse en espacios que van desde la sala o habitación hasta la oficina.

Dentro del espectro de sofás individuales se encuentran:

  • Las butacas: Se trata de asientos que, por lo general, resultan más cómodos que los sillones tradicionales. Además, suelen exhibir diseños y fabricaciones más vistosas y son más ligeras en cuanto al peso.
  • Los divanes: Son asientos que contienen una estructura más alargada que un sillón de plaza única. Esto permite que el usuario pueda extender las piernas a su gusto. 

Sofá de dos plazas

Es uno de los sofás más convencionales y conocidos del mercado. Dentro de esta categoría encontramos diferentes medidas (S. M. X. XXL, XXXL) que pueden adaptarse a todo tipo de espacios, ambientes o decoraciones. La cantidad de cojines integrados a la estructura del sofá es un aspecto que puede variar de acuerdo al gusto del usuario.

Sofás modulares

Son conocidos por su tamaño (que puede llegar a albergar hasta diez personas), por lo que está orientado a satisfacer las necesidades de familias numerosas. Tienen un diseño que les permite conectarse con otros sofás del mismo estilo para formar un solo conjunto. De igual forma, cada pieza que lo conforman pueden separarse y ser distribuidas alrededor de un ambiente, generalmente grande.

Sofá en L

Mantiene todos los rasgos de un sofá normal, es decir, respaldo y brazos. La diferencia radica en que el asiento suele tener mayor profundidad, más amplia en comparación con otros sofás. En cuanto a su aspecto, y como su nombre lo indica, el sofá en L mantiene una forma característica que queda perfecta en esquinas o situados en espacios amplios.

El arte de diseñar nuestros espacios interiores está en los detalles y elementos que incorporamos. ¿Cuál tipo de sofá eliges tú?