Alfombras relucientes, vida feliz
Debido a sus características y el constante uso que le damos, nuestras alfombras siempre están expuestas a sufrir desgastes y acumular gran cantidad de suciedad. Aunque la limpieza superficial, específicamente con aspiradoras, puede ayudar a mantener el polvo fuera de nuestro hogar, este textil suele funcionar foco de bacterias y malos olores. Si necesitas eliminar toda la suciedad acumulada, pero no sabes por dónde empezar, ¡no te preocupes! Te mostramos cómo limpiar alfombras de manera rápida y eficaz.
Primeros pasos
Es importante saber identificar el tipo de alfombra en el que trabajarás antes de iniciar con el proceso de limpieza. Existen dos clases conocidas diseñadas especialmente para brindarte comodidad de acuerdo a la temporada o clima del año. Para el verano, suelen ser comunes las alfombras de fibra o rafia, que proporcionan mayor frescura a tus espacios y son un poco más fáciles de limpiar por su textura rudimentaria. Para el invierno, se usan las alfombras de tejidos más densos como la lana o el poliéster. Estas deben lavarse con más cuidado para prevenir daños en su estructura.
Una vez identificado el tipo de alfombra, toma en cuenta estos consejos:
- Durante las primeras semanas es recomendable limpiarlas con un cepillo de cerdas suaves para eliminar el exceso de polvo.
- También es aconsejable cepillar en dirección al tejido para evitar arrancar fibras innecesariamente.
- Por último, recuerda no golpear la alfombra para sacudirla, ya que esta acción también puede perjudicar el tejido.
Consejos prácticos de limpieza de alfombras
Un factor importante que debes considerar es el tamaño y el material del que está fabricada tu alfombra. Si las especificaciones de lavado indican que debe lavarse en seco, entonces no tendremos más remedio que llevarla a la tintorería. Esto mismo debe aplicarse en tejidos grandes. Si, por el contrario, se trata de una alfombra pequeña, podrás lavarla en casa a mano y usando detergentes suaves. El secado puede ser al aire libre para conservar las propiedades de la tela.
El secreto detrás de una alfombra bien cuidada, es la frecuencia de aspirado. Al eliminar la suciedad diariamente, se evita la acumulación de polvo y bacterias que perjudican la apariencia de la tela y, al mismo tiempo, pueden ocasionar daños a nuestra salud (alergias). Una aspiradora de succión profunda bastará para ayudarte a mantener tus alfombras impecables.
Tipos de alfombras más conocidas y sus cuidados
Lana
Son perfectas para salones, habitaciones o salas de estar. Contiene grandes propiedades aislantes y gran capacidad de absorción de humedad. Es importante que al momento de limpiarlas retires el cepillo para evitar la ruptura de las fibras.
Viscosa
Es un material nacido de fibras de madera o algodón que se trata con hidróxido de sodio y disulfuro para formar un componente llamado xantato de celulosa. Debido a su suavidad y delicadeza, se recomienda usarla en habitaciones. La mejor forma de limpiarla, por su parte, es con el lavado en seco.
Algodón
Es ideal para dormitorios o baños. Resisten las altas temperaturas y, al igual que la lana, absorben bien la humedad. Puedes meterlas en la lavadora siempre que uses un sistema suave sin centrifugado. No olvides dejarlas secar al sol para conservar sus propiedades.
Yute
Se trata de una fibra natural que funciona bien para salones, dormitorios y lugares cubiertos del exterior. Contiene una alta resistencia al desgaste y es suave al tacto. Al iniciar la limpieza se recomienda aspirar los dos lados de la alfombra, tanto la superficie como la base.
Sisal
Se trata de una fibra natural resistente al desgaste y de alta durabilidad, especialmente recomendada en dormitorios. Una buena forma de limpiarla es usando una esponja suave y frotando suavemente para no dañar su estructura.
Tus alfombras merecen el mejor cuidado. ¡Haz que duren más aplicando nuestros consejos de limpieza!