Más que una actividad necesaria, la limpieza de nuestros sofás nos brinda mayor comodidad y es la clave para evitar la acumulación de bacterias. No hay nada mejor que tomar un descanso en una superficie limpia y suave, que además suele ser la pieza estrella de nuestra sala. Aunque no lo creas, la limpieza de los sofás es una tarea bastante sencilla que puedes terminar en pocos minutos si empleas los métodos adecuados. ¡No te compliques! Aplica estos tips y mantén tus muebles como nuevos en todo momento.

Empezando desde cero

Existen sofás que no se pueden desenfundar. Si este es tu caso, lo idea es iniciar limpiando la parte superficial con una aspiradora de mano. Hay muchos modelos con boquilla pequeña y delgada que funcionan bien para alcanzar todos los rincones del sofá. Al utilizar esta herramienta, facilitarás el trabajo y eliminarás gran parte del polvo, bacterias y ácaros que suelen alojarse especialmente en la tapicería. Si las esquinas del sofá son muy estrechas, siempre puedes ayudarte con un cepillo delgado.

Para una limpieza más profunda, aunque menos invasiva, humedece un paño con agua y un poco de jabón y frota toda la superficie. Presta atención a las zonas que usualmente se encuentran más expuestas, como los apoyabrazos o el respaldo. En caso de que necesites eliminar manchas más pronunciadas, recurre a un buen limpiamanchas apto para tapicerías.

Limpieza de sofás

Toma en cuenta el tejido

Algo que debes tener presente al momento de limpiar tus sofás es el material en el que están fabricados. Existen telas más resistentes que otras o que deben ser lavadas de manera especial para evitar daños importantes. Siempre buscamos que nuestros muebles y demás artículos del hogar luzcan como nuevos, por lo que debemos asegurarnos de brindarles el mejor cuidado. Por regla general, los tejidos naturales de algodón resultan más fáciles de lavar debido a su resistencia, aunque aquellos de origen sintético suelen aportar mayor durabilidad aún después de varias lavadas.

Trucos caseros

Aunque no lo creas, el bicarbonato de sodio funciona como un tratamiento de limpieza eficaz para desinfectar. No solo sirve para eliminar olores instantáneamente, sino también es una fórmula perfecta para deshacerte de las manchas profundas. La medida exacta para crear la solución, es de una porción de bicarbonato por dos veces la cantidad de agua. Puedes dejarlo actuar por alrededor de 15 minutos antes de aspirar la sustancia ya seca.

Es importante probar el efecto de la solución en una parte determinada del sofá antes de aplicarla en toda la superficie. De igual forma, recuerda tomar en cuenta las instrucciones de lavado antes de experimentar con cualquier receta casera.

sofás limpios

Prueba la limpieza en seco

Es un método simple que puedes aplicar en casa y que funciona especialmente si vives en una zona demasiado húmeda o con escasas corrientes de aire que retardan el proceso de secado.

Como en cualquier forma de lavado, lo primero que debes hacer es aspirar el sofá para eliminar migas, polvo y demás residuos visibles de suciedad. El siguiente paso es probar los productos especializados en limpieza en seco, ya sea en spray o detergente en polvo. Recuerda que la idea es evitar el uso de agua o de productos de lavado húmedo.

Lo siguiente, una vez aplicado sobre la mancha o zonas perjudicadas del sofá, es usar un cepillo de cerdas rectas con las que puedas frotar hasta quitar olores y suciedad. Existen cientos de artículos en el mercado diseñados para este fin que, usualmente, dejan buenos resultados con poco tiempo de acción sobre el tejido. La manera más práctica de eliminar los restos del producto una vez que has conseguido limpiar la superficie, es con un paño seco.

Tips adicionales

  • Crea un hábito de limpieza para tus sofás de al menos 15 días.
  • Asegúrate de conocer el tipo de tejido del que está fabricado antes de aplicar cualquier producto.
  • Deja secar al aire libre. Con ello conseguirás un resultado más uniforme y, al mismo tiempo, evitarás que el tapizado se conserve mejor.